lunes, 10 de septiembre de 2012

Los viejos, los años y los jóvenes en #SecondLife

Ayer me encontró un amigo, uno de los viejos; claro, no tanto como yo que ya llegué a "adulto mayor". Como sea, después de las correspondientes muestras de sorpresa y afecto me comentó que había un lugar de otra querida y tampoco joven amiga donde se reunía el honorable séquito de ancianos de Second Life.
Sí... aquellos que tenemos apellidos y más de 1500 días de vida.

Phillip Linden, fundador de Second Life en 2005
No demoré en ir y menos en confirmar que lo que decía era cierto. Cualquiera habría dicho que llegué a un hospicio de ancianos.

Los avatares de hoy en día, los de los últimos dos años, son diferentes. No sólo porque todos se apellidan Resident, sino porque no cultivaron el espíritu solidario que obligatoriamente debíamos forjar para sobrevivir, cuando SL era un desierto de 250 mil kilómetros 5 mil residentes y apenas unas decenas de pares de zapatos en el marketplace, lo que entonces se llamaba Xstreet.

Cuando la vida era así en el metaverso nos necesitábamos, inevitablemente. En 2005 nacíamos -para decirlo de alguna manera-  pobres, desnudos y solitarios; y sin los demás pobres, desnudos y solitarios que de tanto en tanto uno se encontraba,  la segunda vida no era vida.

Muscari Larnia en 2006. Mi primera "keka"

Ya por 2007 las cosas habían cambiado mucho. De haber 200 o 300 hispanoparlantes aparecieron 20 mil de la noche a la mañana (la cifra no es exácta, es un decir). El gran boom de Second Life el 2006 también había causado efecto en Latinoamérica y España. De los anglos, alemanes,  japoneses y brasileros ni hablar, se multiplicaban como conejos, con el debido respeto. Pero esto impulsó un segundo cambio, aquella diminuta sociedad que hablaba simultáneamente 5 o 6 idiomas y a duras penas se las batía con el inglés como intermediario, creció y cayó como la torre de babel, Las ruinas desparramadas por todos lados comenzaron a juntarse con el esfuerzo de tribuis que aparecían por aquí y por allá: los americanos, los japoneses, los alemanes, los brasileros, los españoles y un puñado minúsculo pero vigoroso de latinoamericanos, como el proyecto Argentonia, Fernando Rossini y su actividad en México, Conexión Colombia, Calamaro Planet, entre otros.

Jugando con partículas con algunos amigos en 2008
Los años en Second Life no pasan en vano, ni pasan a la velocidad en la que transcurren en la vida real, son más rápidos. Cada día en SL amanece 4 veces  (ciclos de cuatro horas de de luz y una de oscuridad). ¿Un año en Second Life podría equivaler a siete de la vida real?. Es un cálculo que no se resuelve con aritmética, pero lo cierto es que las interacciones entre personas son decenas de veces más frecuentes, las pasiones mucho más intensas, los romances  son fogosos, los amores breves, la creatividad infinita y la diversidad abrumadora.

Mi mansión en 2009, diseñada por el estudio Jador
No todos sobrevivieron al metaverso, pero quienes lo hicieron son, en un número significativo, creadores, filántropos, artistas, empresarios, figuras públicas, reconocidos tutores, empecinados programadores, machinimistas, conferencistas, terratenientes... Los que perduraron son quienes le encontraron un sentido a su segunda vida; los efímeros, fueron quienes no supieron ver más allá de la pantomima de seducir y conquistar en el silencio multitudinario de una plaza concurrida, en la más monótona exhibición de banalidades.

Afortunadamente, los queridos amigos de Plaza Latina tienen el plan rescatar -al menos del segmento hispanoparlante- la historia de los personajes más destacados en la construcción de la comunidad. En ese sentido, me permito hacer notar a los viejos que tenemos la obligación de apoyar esta iniciativa y otras similares, entre otras cosas, para que no se diluya en frivolidades el verdadero sentido y finalidad del territorio extendido: hacer realidad los sueños. Entiéndase "materializarlos" en una "realidad inmaterial". También porque es nuestra responsabilidad transmitir la historia que conocemos.

Vaya que hoy he transitado por la nostalgia de viejos chatlogs y empolvadas fotografías.

Finalmente, sin olvidar los hermosos proyectos que persisten y se gestan día a día, extraño el espíritu combativo de los albores de  SL. Dicen que con la vejez llega la nostalgia y en parte es cierto, pero también con la nostalgia llega la vejez y bien se dice que más sabe el diablo por viejo. Por esa razón espero que  la charla ligera, la falta de creatividad para generar actividades en la actual comunidad latina, el apetito por la ilusión del tráfico que degenera en sims comerciales, contaminados visualmente, la invasión masiva del contenido adulto que opaca la creatividad y margina a la población más joven del metaverso, terminen por cansar a los idealistas y soñadores. Pero en el fondo, sé que la fantasía y la naturaleza creativa del ser humano es imparable cuando encuentra motivos para hacerse realidad. Sólo necesita un estímulo, una chispa, el suave aliento de Dios.

Aprovecha el metaverso... desata tu divinidad.

Wara Ysabel en la actualidad





No hay comentarios:

Publicar un comentario